- Área: 200 m²
- Año: 2017
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Fotografías:Pezo von Ellrichshausen
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Descansando en lo alto de una suave y continua pradera siempre verde, enfrentando el mar interior de la Isla grande de Chiloé, esta casa es a la vez media y doble. Media, porque es el encuentro interrumpido entre un cono y un cilindro.
Doble, porque la substracción de una forma rectangular en la base de tales figuras genera un par de habitaciones equivalentes en ambos extremos de una secuencia lineal, una dirigida hacia el sol directo y amarillo y la otra hacia el sol indirecto y azul.
Un gran espacio exterior queda contenido entre estos recintos paralelos; un patio parcialmente pavimentado que se protege de la lluvia en dos terrazas cubiertas, y del viento desde tres lados. Estos tres lados son espesores funcionales, con gruesos muros vaciados para contener las instalaciones domésticas.
La presencia y la totalidad del recipiente curvo es más bien asimétrica: por una lado se presenta como un imponente y hermético refugio fortificado, por el otro aparece como un gran techo inclinado casi sin muros de apoyo.
Toda la construcción está hecha con madera nativa. La estructura está definida por un despliegue radial de cuarenta y cinco marcos rígidos. Los muros y cielos están revestidos con entablados. El techo cónico se cubre con un manto compuesto por delgadas tejas de alerce. Sabiendo que esta isla no sólo es conocida por sus exuberantes mitos y leyendas sino también por su refinada carpintería tradicional para la fabricación de botes e iglesias, y aceptando que algo de ese conocimiento local informara nuestra propuesta, preferimos recordar el delicado artilugio de aquellos olvidados candados de madera.